Le escapo a las horas hundiéndolas en el teclado
para olvidar la memoria de péndulo y quicio en entredicho
“Equilibrista, a tu batea en coprolalia de parodia
Enhebras incidentes con tufillo a deserción”
¿De veras?
Váyase el gato a su celo,
métase el miedo en el closet
tachen tus hedores toda nueva redacción
y a mi niño no lo toque tu acidez
Dormiré en los destiempos del mediodía
cuando venga a mi cabeza a dolerle yo
¡Yo le duelo a mi cerebro, Mierda!
¡Con dolor maraco
con dolor mugriento que duele de alma! (o como se diga lo que soy)
Tanto escrutinio apesta a fetiche de arqueología con gula
parafernalia huera de bastones encintados
Déjate de apetitos de sentido
¡A lo tuyo! ¡A tus trincheras!
Muérdete el grito encadenado en la voz de la ceguera
Escríbelo con todas sus letras
A martirio cobarde le rima madre,
A señor- tortura-de-risa-en-golpe le viene padre
Y a la niña en el armario ponle las tildes del daño
Así no más, sin acomodos
la puta infancia te viene a ver
Escupe las morfologías asquerosas del análisis y la memoria
y demanda de una vez esa teta soporífera de la evasión
Valentina, 26 de octubre de 2010
martes, octubre 26
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