viernes, noviembre 5

Ecce puella

Érase una niña en escotomas

una sola con los guijarros y el castaño en flor

arengándole cenizas al silencio

de puro licenciosa en extensión


Érala llevando su sandalia en andas

Una sola no más

que la otra no la tiene

por pintar de frentes las clavelinas y el sol


Érala siendo y sintiendo sin abastos en la alforja

como si casi casi no existiera una razón

tic tac, puf, ran, susurra su lengua toronjil

en sonajera de huertos y vereda al oriente del sur


Érala asomándome el pasado

en sostén de carne y recuerdo sin dicción

ondulándose hasta mí de sopetón, imprevista

más y más, ran y paf, hela en mí.



Valentina, 5 de noviembre de 2010.