jueves, setiembre 21

Invocación

Mar en verde gris algáceo. Espiral de pecho y sangre continente. Nos cohabitas y requieres, vestal perenne. Despides tus instantes del océano viril. Sólo ronda y mar abierta. Insolente y fecunda matrona acuosa. Ondulas tu poderío, Afrodita espumante, en cintura y sargazos desbordados. Verdor aconteciendo en el misterio. Abdicas la violencia y el exceso, eligiendo ser concierto voluptuoso de muslos ahogando la pétrea pelvis de tu amante creador. Tu duración es la nuestra. Concuerdan nuestro aliento y tus pliegues ondulantes. Démeter nutricia de pecho abierto en la lactancia, que no distingue las voces ni los colores en sus hijos infinitos. Mar de pulso femenino en desacato. Hera penetrada en náuticas alturas. Demente despiadada. Devoradora de todos los reinos y horizontes seminales. Virgen prostituta. Concubina de límite imposible. Te hundes en tus infiernos, obscura Perséfone, urdiendo los secuestros de mil dioses atrapados en tu aullido abismal. Enséñanos tu oscilar de caracolas. Tu cantar de hembra universal. Tu desnudez revestida en arquetipos sin confines. Jugadora perfecta en invariable creación, alléganos tu espejo de atadura femenina y tu peine de albatros y gaviotas. Concédenos el germen de tu temible belleza en expansión.



Valentina, Tunquén 21 de septiembre de 2006

1 comentario:

xwoman dijo...

"Tu desnudez revestida en arquetipos sin confines"

ayyyy tanta belleza en este texto me inunda!!!