viernes, noviembre 5

Ecce puella

Érase una niña en escotomas

una sola con los guijarros y el castaño en flor

arengándole cenizas al silencio

de puro licenciosa en extensión


Érala llevando su sandalia en andas

Una sola no más

que la otra no la tiene

por pintar de frentes las clavelinas y el sol


Érala siendo y sintiendo sin abastos en la alforja

como si casi casi no existiera una razón

tic tac, puf, ran, susurra su lengua toronjil

en sonajera de huertos y vereda al oriente del sur


Érala asomándome el pasado

en sostén de carne y recuerdo sin dicción

ondulándose hasta mí de sopetón, imprevista

más y más, ran y paf, hela en mí.



Valentina, 5 de noviembre de 2010.

martes, octubre 26

Terapéutica

Le escapo a las horas hundiéndolas en el teclado
para olvidar la memoria de péndulo y quicio en entredicho

“Equilibrista, a tu batea en coprolalia de parodia
Enhebras incidentes con tufillo a deserción”

¿De veras?

Váyase el gato a su celo,
métase el miedo en el closet
tachen tus hedores toda nueva redacción
y a mi niño no lo toque tu acidez

Dormiré en los destiempos del mediodía
cuando venga a mi cabeza a dolerle yo

¡Yo le duelo a mi cerebro, Mierda!
¡Con dolor maraco
con dolor mugriento que duele de alma! (o como se diga lo que soy)

Tanto escrutinio apesta a fetiche de arqueología con gula
parafernalia huera de bastones encintados
Déjate de apetitos de sentido
¡A lo tuyo! ¡A tus trincheras!

Muérdete el grito encadenado en la voz de la ceguera
Escríbelo con todas sus letras
A martirio cobarde le rima madre,
A señor- tortura-de-risa-en-golpe le viene padre
Y a la niña en el armario ponle las tildes del daño

Así no más, sin acomodos
la puta infancia te viene a ver
Escupe las morfologías asquerosas del análisis y la memoria
y demanda de una vez esa teta soporífera de la evasión


Valentina, 26 de octubre de 2010