Amoroso bailarín, desnudo y tierno.
Juegas a liberar este cuerpo anquilosado.
Mimo de la sinceridad impúdica,
sipudieras ver cómo se ríe mi alma ahora.
Desatas y anudas a tu antojo todo lo mío.
Lo enredas, lo liberas,
lo vuelves todo pureza
en tu irreverente libertad.
Juegas a volverme amanecer
cuando ya anochece.
¡Espera!
Deja que aprenda este lúdico vaivén...
Dame tiempo, Bailarían amoroso, dame tiempo,
que no me saldrán alas por sólo quererte alcanzar.
Valentina, abril de 2005
domingo, enero 29
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